08 junio 2011

Moraleja!

Un hombre llega a casa del trabajo y encuentra a sus tres hijos en el jardín aún con los pijamas puestos jugando en el barro, con cajas de pizza vacías. 

La puerta del coche de su mujer estaba abierta, así como la puerta de entrada de la casa y no había señales del perro.

Cuando entró, encontró aún mayor desorden. Una lámpara caída en el suelo y la alfombra estaba arrugada contra la pared. 

En el salón, la televisión estaba a todo volumen con un canal de dibujos animados y la salita de estar estaba cubierta de juguetes y ropa. 

La cocina estaba llena de cacharros sin lavar, el desayuno derramado por la mesa, la puerta del frigorífico abierta de par en par, la comida del perro tirada por el suelo, un vaso roto debajo de la mesa. 

Inmediatamente subió las escaleras sorteando todos los juguetes y montones de ropa buscando a su mujer preocupado por si estaba enferma o la había ocurrido algo serio. 

De camino a la habitación, vio como corría el agua por debajo de la puerta del cuarto de baño y, cuando entró, las toallas empapadas, espuma y más juguetes por el suelo, kilómetros de papel higiénico amontonado y pasta de dientes untada por el espejo y las paredes. 

Entró corriendo en el dormitorio y encontró a su mujer acurrucada en la cama, en pijama y leyendo una novela. 

Ella le miró, le sonrió y le pregunto que tal le  había ido el día. 

Él la miró furioso y le preguntó, - ¿Qué ha pasado hoy aquí?. 

Ella volvió a sonreír y contestó: 

- ¿Sabes cuando vuelves todos los días del trabajo y me preguntas  ¡Por Dios! ¿qué has hecho en todo el día? 

- Si, respondió él incrédulo. 

Entonces ella contestó: 

- PUES HOY NO LO HICE. 


MORALEJA: valoremos los trabajos silenciosos y callados pues son ellos los que aportan la normalidad de cada día. Y no nos olvidemos de valorar a esas magnificas mujeres que son nuestras madres y esposas por todo su trabajo callado.

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